miércoles, 2 de febrero de 2011

Ciclo: Igualdad y fraternidad entre documental y ficción


Lunes 7 de Febrero: 

Las playas de Agnès de Agnès Varda (Francia. 2008, 110’). 

“Yo juego el rol de una pequeña viejita, gordita y habladora, que da cuenta de su vida. Y, sin embargo, son los otros quienes me interesan de verdad y a quienes quiero filmar. Los otros, que me intrigan, me motivan, me interpelan, me desconciertan, me fascinan… Ahora, para hablar de mí, pensaba: Si se abriera a la gente, se encontrarían paisajes. Si me abrieran a mí, encontrarían playas...”

Lunes 14 de Febrero:

Juego de escena de Eduardo Coutinho (Brasil. 2007, 100’). 

"El problema para ellas era que cuando yo les hablaba o les hacía preguntas, ellas nunca podían llegar a saber lo que yo quería de ellas, porque no hago previos, es decir que no hay juzgamiento, solamente acepto. El principio es que yo acepto, porque lo que me interesa es saber cuáles son las razones del otro, no las mías. Las mías no me interesan, yo estoy fuera. Uno tiene que estar vacío para ser llenado por el otro.”

Lunes 21 de Febrero: 

Z32, de Avi Mograbi (Israel. 2008, 81’).

El soldado dice: "Tengo miedo de que alguna persona a cuyo padre maté me reconozca por la calle". Así que Mograbi se pone una careta digital, con la que el soldado le confiesa a su novia: "Cuando estaba atacando, me veía desde fuera corriendo y actuando como un robot. Entonces sonreía por el subidón de adrenalina. Me decían que disparara a cualquiera que supusiera una amenaza, lo que es cualquiera de más de 5 años". 

Lunes 28 de Febrero: 

Ghiro ghiro tondo, de Yervant Gianikian y Angela Ricci Lucchi (Italia, 2000, 62').

Muchos de los juguetes son una especie de “réplica” de niños, colocados en fila como si se tratasen de cuerpos sin vida; otros tienen marcas que parecen heridas. El juguete supone la paradoja de la elaboración de un objeto destinado a dar felicidad a un niño al mismo tiempo que se fabrican imitando armas cuyo efecto devastador se hace presente incluso en los mismos juguetes. 

Imágenes de la prisión,
de Harun Farocki (Alemania. 2000, 60’).  


Las Sociedades de Control tal vez hagan desaparecer, en un futuro lejano, a la cárcel como edificación cerrada. Esto, de ninguna manera, implica que el sistema capitalista resigne su vocación de encierro. Y esto, señalaba Foucault, no es ninguna abstracción. ¿El proletario, el obrero, el trabajador, como quiera que llamemos a aquél que esta alienado en un sistema de producción, no está acaso preso de otros mecanismos?

Cineclub de la Universidad Peruana Cayetano de Heredia.- Lunes. 7 de la noche. Av. Armendáriz 445, Miraflores. Entrada Libre.

Nota: Los textos fueron proporcionados por nuestros amigos, los críticos Mario Castro Cobos y César Guerra Linares, programadores del cine club.

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