sábado, 28 de enero de 2012

Historias cruzadas (The Help, 2011) de Tate Taylor


Hollywood es experto en construir “fábulas para sentirse bien”, como tildó el veterano crítico Roger Ebert a esta historia asentada en la Norteamérica de principios de los años sesenta, precisamente en el conservador estado sureño de Missisipi. El filme (originalmente The Help  en inglés) se basa en una novela de título homónimo de Kathryn Stocket, y si bien es una ficción, su materia prima la constituyen los conflictos raciales que nacen al interior de los hogares de las clases blancas acomodadas, que, por lo general, contaban con una “nana” negra que se encarga de todas las tareas domésticas y, sobre todo, de la crianza de los niños.

Pues Historias cruzadas es, en efecto, una historia complaciente, como a su vez lo fue Un sueño posible (The Blind Side, 2009, en la que Sandra Bullock era una señora republicana decidida a acoger, en su familia, a un joven deportista negro). Si bien la primera es mejor, podemos decir que sus virtudes -fluidez narrativa, ambientación, humor-, compiten de cerca con sus defectos -maniqueísmo, villanos de caricatura, sentimentalismo predecible, etc-. Sin embargo, es gracias, sobre todo, a las actuaciones de Viola Davis y Octavia Spencer -en la piel de las dos empleadas protagonistas-, que el filme logra hacernos olvidar, por momentos, el cuento colorido y aleccionador, para presentar mujeres de carácter y a la vez frágiles, complejas y atribuladas. Estos personajes, capaces de comunicar un desgarro y una sabiduría silenciosa, valen la entrada. (versión modificada del texto publicado en Somos 21/01/2012)

martes, 24 de enero de 2012

godard! N° 30


Ya está a la venta la edición N° 30 de godard!, publicación especializada que comenta lo más destacado de la cartelera comercial y el  cine mundial. 

En la portada aparece Poder y traición (The Ides of March), dirigida por George Clooney, película a punto de estrenarse en Perú. La sección ESPECIAL, dedicada a Poder y traición, ofrece un recorrido por la filmografía de Ryan Gosling (protagonista del filme) y hace un balance de la carrera de George Clooney como director.

Como es usual en nuestra primera edición de cada año, la sección RANKING trae las listas de los Mejores Estrenos del 2011, encuesta realizada entre los redactores y colaboradores extranjeros de godard! El Escritor Oculto, de Roman Polanski, fue la película que obtuvo más votos, seguida de Medianoche en París, de Woody Allen.

Una de las secciones infaltables es FILMOGRAFÍA, donde se repasa la carrera de un director consagrado. Esta vez, la sección se dedica a Raúl Ruiz (1941-2011), gran maestro del cine moderno, nacido en Santiago de Chile y autor de una vasta, compleja, fascinante obra cinematográfica. Nuestro homenaje comprende 18 largometrajes, desde su ópera prima Tres Tristes Tigres (1968) hasta Misterios de Lisboa (2010), la última que estrenó en vida.

La sección CRÍTICAS analiza casi todos los estrenos de la cartelera comercial de la última temporada, incluyendo Las Aventuras de Tintín, Misión Imposible 4 y Conocerás al Hombre de Tus Sueños, entre otros filmes notables que aún pueden verse en los cines.

Otras secciones son FESTIVAL, con sendas crónicas del Festival de Mar del Plata y La Habana; CENTENARIO, con un ensayo sobre el cine de André De Toth; A PROPÓSITO DE, con artículos sobre los 50 años de Cuchillo en el Agua (Roman Polanski) y Jules y Jim (Truffaut); TV, con dos comentarios sobre Living in the Material World, el monumental documental de Martin Scorsese sobre George Harrison.  

En este número escriben Ramón Alfonso, Jaime Akamine, Mario Castro Cobos, Claudio Cordero, Juan Carlos Fangacio, Leny Fernández, Yeniva Fernández, Óscar García, Werner Jungbluth, Martín Mauricio, Jorge Morales, Leopoldo Muñoz, Raúl Ortiz-Mory, Sebastián Pimentel, Joel Poblete, Renzo Rodriguez Toro, Silvia G. Romero,  José Romero Carrillo, Fabián Sancho, y Joaquín Vallet.


PUNTOS DE VENTA

Librerías: 
Zeta Bookstore, Crisol, La Familia, Contracultura, La Tertulia (CCPUCP), Librería PUCP, Librería Época, La Casa Verde, Arkabas Editorial (Pardo de Zela 491, Lince). 
Polvos azules (pasaje 18)

lunes, 16 de enero de 2012

Match Point (2005) de Woody Allen


Woody Allen vuelve a su filón más oscuro y logra una variación inquietante y contemporánea de Crímenes y pecados, su obra maestra de 1989. Jonathan Rhys Meyers es Chris, joven irlandés que va a Londres para convertirse en instructor de tenis de la elite inglesa. Gracias a la amistad que entabla con Tom (Matthew Goode), consigue conocer y hacerse novio de la hermana de este, Chloe (Emily Mortimer). Aunque no la ame, el eventual matrimonio con Chloe significa para Chris un envidiable puesto ejecutivo en la corporación del padre de la novia y la entrada al status social más alto de Inglaterra.

Match Point describe con delicadeza el universo de la alta cultura: la ópera, el té, restaurantes y museos son las actividades en las que se desenvuelven los personajes. Esto es habitual en el director de Annie Hall (1977). Su trabajo es seguir el curso de una vida ejemplar, que, de pronto, traiciona los principios que exige ese orgulloso y pulcro orden social.

En Crímenes y pecados se trató de un patriarca amable que se enfrenta a lo que creía imposible: convertirse en asesino. ¿Hasta qué punto un hombre puede sacrificar su alma o el amor por conservar un sitio preferencial y cómodo en la vida?, son algunas de las preguntas que nos hacía Allen.

En Match Point, Chris se enamora apasionadamente de Nola (Scarlett Johansson), aspirante a actriz y prometida de Tom, y vemos cómo estos dos arribistas se reconocen y entablan un juego de seducción paralelo a sus vidas farsescas. Pero no se trata solo de una intriga amorosa. Hay mucho patetismo y humor negro que no debe confundirse con cinismo. Eso se ve, por ejemplo, cuando vemos a Chris ansioso y angustiado, asediando a Nola. Allen suministra extractos de ópera (Rossini, Verdi, Bizet) para esos momentos pasionales. Esa música señala que detrás del impostor hay un hombre que sufre por amor, hay un auténtico sentimiento que lo reivindica frente a nosotros, y que nos hace cómplices de él. El comentario irónico que está detrás de ese recurso es que esa música nos habla de un amor antiguo, como ya no lo hay, de un héroe trágico que Chris, a fin de cuentas, no es ni será.

Nuestro antihéroe se topará con una situación sin salida, y tendrá que elegir entre dos mujeres, vivir una vida o la otra, pero no las dos. Se encontrará con la posibilidad extrema de su propia frialdad. Y de nuevo contemplaremos, asombrados, al hombre "supuestamente" moral, sofisticado y degustador de la belleza. Veremos cómo Chris se rehusará a perder y se enfrentará a lo aparentemente imposible: al crimen más horrendo.

Para este personaje, quien finalmente se convierte en un oscuro enigma, en un monstruo solitario, este es el mismo mundo sin Dios que Dostoievsky vislumbró para el hombre de hoy. Por eso el azar decidirá si hay justicia o no. Ya ni siquiera nuestros fantasmas, esos espectros que Bergman -todavía una gran influencia de Allen- inventó para interpelarnos y hacernos despertar, tienen posibilidad de ganar la partida en el mundo cruel, y tan verosímil, de Match Point. (versión modificada del texto publicado en Somos 22/04/2006)

Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio (2011) de Steven Spielberg


Artífice de un cine popular y escapista, pero no por eso mediocre o exento de poesía, el director de El imperio del sol (1987) da la hora, esta vez, con la adaptación de un cómic que se consideraba imposible de llevar a la gran pantalla. A pesar de adelantarse a Indiana Jones en su búsqueda de tesoros perdidos en tierras exóticas, los personajes del belga Hergé siempre fueron muy europeos. Por eso, muchos veían con escepticismo a un Tintín de Spielberg. Pero vaya que el ya veterano maestro les tapó la boca a todos. La depurada técnica de animación permite que los personajes ganen en matices de expresión y no resulten algo robóticos (como sucedía con Beowulf, 2007, o El expreso Polar, 2004). Además, el espíritu fuera de época, ajeno a una americanización vulgar, queda intacto.

En la primera hora, cuando se presenta a Tintín y su pequeño compañero Milú, es donde le va mejor a la cinta: en ese equilibrio que tiende más a Hitchcock que a las correrías de superhéroes (Tintín no es un superhéroe ni tiene superpoderes). Otro acierto es el capitán Haddock, pirata que fluctúa entre la vigilia y la inconsciencia, entre la torpeza y el humor socarrón. Mucho del delirio de ensueño que envuelve a este personaje también está entre los puntos fuertes. Entre lo más criticable está esa ruleta rusa desbocada y la espectacularidad de pura acción que asoma hacia el final, lo que la hace ya demasiado rápida y ligera. En fin, Las aventuras de Tintín no es una obra maestra, pero es un divertimento sofisticado, con mucho del encanto de Hergé, y con hallazgos para el género de una forma novedosa a su manera. (versión modificada del texto publicado en Somos, 07/01/2012)

Presentación de godard! 30 y premio a Cada viernes sangre


Este viernes 20 de enero, a las 7:30 p.m. en la Sala Roja del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Camino Real 1075, San Isidro), presentaremos la edición número 30 de Godard!, revista que entra a su undécimo año de publicación.

En la misma fecha, se entregará el premio godard! a la mejor película peruana del 2011, que recayó en Cada Viernes Sangre, cinta dirigida por Fernando Montenegro. El trofeo fue establecido en el 2010, cuando Octubre de los hermanos Vega obtuvo el galardón.

Finalmente, se proyectará en calidad de preestreno la película Poder y Traición (The Ides of March, 2011), dirigida por George Clooney y nominada al Globo de Oro. Esta misma película adorna la portada de godard! N° 30.
 
El ingreso es libre para el público en general, que, además, podrá adquirir la nueva edición de godard! a precio de descuento.

Lugar: Sala Roja del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Camino Real 1075, San Isidro)
Hora: 7:30 p.m.
Ingreso libre. Capacidad limitada.  

Crimen en familia (All Good Things, 2010) de Andrew Jarecki


Andrew Jarecki, más conocido por Capturing The Friedmans (2003), debuta en la ficción con un filme interesante. Si en su laureado documental se trataba de auscultar la historia de una familia de clase media que termina metida en siniestros delitos sexuales, en Crimen de familia se trata ya no de dar cuenta de hechos a través de imágenes de archivo, sino de recrear, desde el artificio de la ficción, otra historia real: la de Robert Durst, hijo de una familia adinerada que, en los años ochenta, fue el principal sospechoso de un puñado de asesinatos, entre los que se cuenta el de su esposa desaparecida.

En el fondo, se trata de diseccionar el ocaso del sueño americano: el surgimiento de un romance idílico en los años setentas, en el campo y lejos de la ciudad; para, luego, mostrar el descenso a los infiernos. Lo interesante del filme está en la forma en que se siembran detalles que luego se desarrollan casi subrepticiamente, como la enfermedad mental sugerida del joven millonario (Ryan Gosling), el pasado ominoso de su madre, o las sombras que rodean el negocio familiar (Frank Langella). La película escapa de las rutinas del thriller para modelar relaciones que van mutando, para descubrir acontecimientos clave sin agotar el conocimiento de los personajes, y para no caricaturizar a un protagonista que no pudo escapar de su aciago destino -identificado con esa modernidad utilitaria, cínica y fría que representa el legado del padre. (versión modificada del texto publicado en Somos 14/01/2012)