Muy interesante debut de una joven cineasta que derrocha sensibilidad cinematográfica y más sangre renovadora para el cine peruano. Se trata de la historia de Cayetana (Fátima Buntix), la pequeña hija de una familia adinerada de la Lima de los años ochenta. García Motero pone en off la violencia de la época, que sin embargo impone su presencia de forma sugerida, creando una atmósfera ominosa permanente. A la vez, se logra representar y expresar ese distanciamiento radical de una clase social cada vez más ensimismada y protegida de ese exterior amenazante, ruinoso y decadente, que la niña -aquejada por la separación de sus padres, soledad e inadaptación- parece ver con cierta fruición autodestructiva. A pesar de que la cinta adolece de ciertos tópicos imaginarios no del todo logrados -los héroes de la patria- y una excesiva reiteración de motivos “mortuorios” y simbólicos en su último tercio, el magnético protagonismo de una niña tan angelical como cruel, y la hilvanación onírica del filme, permiten hablar de uno de los estrenos peruanos más destacables de los últimos años. (Somos, 13/08/2011)
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