Nos ha dejado Ben Gazzara. El año pasado se fue Peter Falk. Dos grandes actores y quizá las figuras más legendarias de la banda de John Cassavetes. Los últimos sobrevivientes de una época gloriosa. Ellos son los mismos de Husbands (1970), donde sellaron su complicidad en la forma de un grupo de maridos en busca de algo de "vida" a raíz de la muerte de un amigo de la infancia. Pero, quizá, el papel más poético y soberbio de Gazzara fuera el de showman-barman-playboy de ese boat de mala muerte en The Killing of a Chinese Bookie (1976), otra obra maestra de Cassavetes, donde esa elegancia para ser un tahur condenado a muerte lo distiguía y nos hacía quererlo, siempre perdido sin saber qué hacer ni cómo alentar a unas strippers desgarbadas y adorables, llenas de esa ternura que solo Cassavetes podía sacar de las calles más auténticas y marginales. Un papel parecido, que sin duda recogía mucho del Cosmo Vittelli de Los Ángeles, es el Jack Flowers de Saint Jack (1979) de Peter Bogdanovich: otro Bogart contemporáneo, vividor y perdedor, otro Mr. Wonderful derrochando clase esta vez en los negocios sucios de Singapur. Imposible recorrer su carrera en estas pocas líneas. Sin ambargo, nos habíamos acostumbrado a verlo en algunos trabajos independientes. Como con Gena Rowlands, en el segmento Quartier Latin de Paris, Je t'aime (2006), una especie de nostálgica añoranza de otros tiempos, que no deja de ser entrañable. Entre sus últimos trabajos también está un papel corto pero inolvidable en Dogville, de otro admirador de Cassavetes, Lars Von Trier. En la foto, Gazzara en el cenit de su carrera con su amigo de toda la vida, el director de Faces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario