domingo, 31 de julio de 2011

El guardián del zoológico (2011) de Frank Coraci

 

En esta comedia romántica -mezclada con fantasía de animales parlantes- Kevin James es el bienamado empleado de un zoológico, y Rosario Dawson la veterinaria a cargo. El enemigo común: una rubia (Leslie Bibb) que no solo se interpone en el camino de James y Dawson, sino también en el de Bernie, gorila deprimido que sueña con escapar y tener un día de fiesta en Friday’s.

Se trata de una fábula relamida -dentro del esquema del cine familiar- de la que no pedimos transgresiones, sino una pizca de humanidad en los personajes. Coraci es hábil para otorgar dinámica a la trama, y aprovecha la comedia física, cierto delirio surreal y coreográfico. Pero algo falla: James no resulta ser ni un buen protagónico, ni un gran cómico. Lo mejor, sin dudas, son los secundarios: Dawson, resumiendo la personalidad, frescura e inteligencia de las actrices del cine clásico, y Bibb, que cumple en su rol irritante. En el "otro" mundo, Bernie aporta lo más melancólico de la cinta -hubiera sido mejor escucharlo hablar con la voz de Nick Nolte, en la versión en inglés subtitulada. Pero Coraci no apuesta por algo memorable, y hace que Bernie siga su sueño de libertad en Friday’s, con la compensación de que James reniegue del dinero en pos del amor. Hubiéramos preferido que fuera al revés. (En Somos 23/07/2011)

miércoles, 13 de julio de 2011

Godard! 28


La revista Godard! lanza su segunda edición del 2011, año en que celebra su décimo aniversario. Trae más páginas, más críticas, nuevas secciones.

En la portada aparece la película Scream 4, de Wes Craven, la misma que se estrenará próximamente en Perú. La sección ESPECIAL, dedicada a Scream 4, trae una cobertura sobre esta tetralogía que revolucionó el género del terror.

Una de las secciones más destacadas de la revista es FILMOGRAFÍA, que repasa la carrera de un director consagrado. En este caso, la sección está dedicada a Nicholas Ray, maestro del cine norteamericano nacido exactamente 100 años atrás y director de las clásicas Rebelde sin causa, Johnny Guitar, En un lugar solitario, entre otras. 
 
La sección CRÍTICAS aparece totalmente renovada, con textos de mayor extensión, un Two Shot dedicado a Rapidos y furiosos - 5in control, un A Favor En Contra sobre Déjame Entrar, además de críticas a los estrenos más importantes de la temporada, desde El peleador y El ocaso de un asesino hasta X-Men: primera generación.   

Otras secciones de interés son CINE PERUANO, que trae un artículo sobre los primeros estrenos nacionales de 2011, FESTIVAL, con una crónica del Festival de Cine de Buenos Aires 2011, EXPEDIENTE, con un exhaustivo informe sobre el boxeo en el cine, ROCKOLA, con un ensayo que repasa las películas acerca de Jim Morrison, el mítico líder de The Doors, CENTENARIO, con un perfil sobre el músico Bernard Herrmann.  


PUNTOS DE VENTA
Librerías:
Zeta Bookstore, Crisol, La Familia, Contracultura, La Tertulia (CCPUCP), Librería PUCP, La Casa Verde.
Supermercados:
Wong, Metro, Tottus.
Polvos azules:
 Pasaje 18, Tienda 3, Block 41.
Aeropuerto Jorge Chávez:
Café Britt Perú


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martes, 12 de julio de 2011

Crimen oculto (Gus Van Sant, 2007)

Gus Van Sant es uno de los más inspirados cineastas de las últimas décadas. Para quien lo dude, basta ver cualquier secuencia de Crimen oculto (infeliz título para el Perú de Paranoid Park), filme quizá aún más misterioso y bello que sus antecesores: Gerry (2002), Elefante (2003) y Last days (2005).

Van Sant escoge como héroe a Alex (Gabe Nevins), chico que se dedica al  skateboard en algún suburbio de EEUU. Entre el colegio y su enamorada, Alex luce ensimismado y aturdido, siempre buscando la forma de ir a Paranoid Park para estar con aquellos que, como él, han hecho del deporte callejero un escape y motivo para vivir.

El director de My own private Idaho (1991) filma en las ondulantes pistas de patinaje como si se tratara de una inmersión submarina en un sueño de calidad hipnótica, usando texturas granuladas y de relumbres tornasolados. Pero no se trata solo de esas secuencias; hay una especie de glamour decadente que se posa en todas las imágenes, muchas de ellas en cámara lenta -y, a veces, sin el audio que permita escuchar las voces-, planos de una juventud luminosa y triste a la vez, de un rostro melancólico que ha visto de cerca la muerte.

Esa es una de las claves para interpretar el filme, la presencia de una muerte que parece sobrevolarlo todo. Porque no se trata solo de la adolescencia, o la búsqueda de espacios marginales insuflados por un romanticismo enfermo, ese donde pueda encontrarse un poco de la libertad que no está ni en la familia ni en la escuela (Alex busca refugio en los desadaptados de Paranoid Park, en su soledad, o en la subida ilegal y nocturna a los trenes que pasan por las afueras de la ciudad).


Hay un hecho luctuoso del que se nos informa a poco de empezar la función, y en el que el protagonista parece estar involucrado. Sin embargo, estamos en un viaje cinematográfico que no tiene un rumbo privilegiado, por lo que la intriga se desvanece en medio del sueño. Los momentos más triviales -como la discusión con la enamorada o un paseo inocuo por el otoño de Portland- pierden su sonido directo para anestesiarse con una música melodiosa y extraña como las imágenes, acaso como el propio Alex.

Se trata de un efecto que expresa un ensimismamiento general, en un tejido narrativo donde se crea un tiempo flotante que mezcla el pasado, el presente y el futuro, imitando el divagar y la confusión de la mente del protagonista. Y es en medio de la confusión cuando surgen pistas que, poco a poco, permiten adivinar lo sucedido; hasta encontrarnos con crudas escenas que nutren más, al filme, de un aliento mórbido que se contagia por todas partes, y de esa fragilidad, ansiedad, o culpa tan a flor de piel del muchacho extraviado.

Crimen oculto hace sentir a la adolescencia como un estado existencial y mental de visiones tocadas por la gracia. Con música sutilmente hilvanada, entre Nino Rota y Elliott Smith, Van Sant vuelve a señalar caminos de expresión nuevos y que dan al cine un futuro promisorio y sin límites. (versión modificada del texto publicado en Somos 01/11/2008)

lunes, 11 de julio de 2011

Transformers: Dark of the Moon (2011) de Michael Bay


Si Crepúsculo (2008) fue el megaéxito de los no-integrados, Transformers (2007) se coronaría como el gran blockbuster dedicado a la juventud “tradicional” de EEUU. Los tiempos en que las apuestas monetarias de Hollywood se dedicaban al público adulto han quedado en la prehistoria. Desde los setentas los adolescentes -aquí representados por Shia La Beauf- se convierten, para las majors, en los consumidores masivos, junto a una porción de adultos que juega, peligrosamente, a la nostalgia de la infancia perdida.

No vamos a discutir la capacidad de Bay -ese “anticristo” de la cinefilia- para inventar una nueva clase de película. Colores chirriantes, humor aparatoso, autos lujosos, top models en poses sexys que corren sin despeinarse, y una serie de destrucciones y acrobacias aéreas de las que Shia apenas sale con un rasguño, son las coordenadas de esta estética publicitaria atosigante, casi sin ninguna imaginación o sutileza. Es verdad que Bay ha hecho más digerible su propuesta, acentuando la comedia y evitando la confusión visual. Pero la premisa de base, según la cual  todo se toma a la broma, y a la vez se pretende estar salvando al mundo con emoción trascendente en medio de un carrusel de brillantina y erotomanía, solo puede dejarnos con una sonrisa quebrada. Lo siento por sus admiradores, pero el cine nunca fue un divertimento tan costoso, cínico, y vacío, como lo viene siendo con Michael Bay. (versión modificada del texto publicado en Somos 09/07/2011)

domingo, 10 de julio de 2011

Presentación de Godard! Nº 28

Mañana lunes 11 de julio, a las 19:30 en el Centro Cultural de España (Natalio Sánchez 181 Santa Beatriz, altura cuadra 6 Av. Arequipa), se presentará la edición número 28 de la revista de cine godard! Participarán en el evento los directores fundadores de la revista, Claudio Cordero y Sebastián Pimentel, quienes además presentarán la película La Última Casa a la Izquierda (1972), como anticipo de lo que será el estreno en Perú de Scream 4, el más reciente trabajo del director Wes Craven, próximo a estrenarse en Lima y portada de la edición número 28.

El ingreso es libre para el público en general, que, además, podrá adquirir la nueva edición de godard! a precio especial de descuento.

Presentación de godard! N° 28, proyección de La última casa a la izquierda

Lugar: Centro Cultural de España (Natalio Sánchez 181 Santa Beatriz)
Hora: 7:30 p.m.
Ingreso libre. Capacidad limitada.

jueves, 7 de julio de 2011

Semana del cine francés


Hasta este domingo 10 de julio se podrán ver, en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú, algunos de los filmes más interesantes del último cine francés. Se  podrán apreciar  títulos de maestros veteranos como Jacques Doillon (el mismo de Ponette o La drolesse, se verá Le marriage a trois), o directores más jóvenes tan polémicos o personales como Olivier Assayas (con la celebrada Carlos), Jacques Audriard (con la premiada Un profeta), o Francois Ozon (con Ricky). La lista la completan cintas de Mia Hansen-Love, Nicolas Philibert, Claudine Bories y Patrice Chagnard, Lea Fazer, y Tony Gatlif. Lo extraordinario de este ciclo es que todas las películas se proyectarán en 35 mm.

Más información en:
http://veronovercine.com/catalogo-semana-cine-frances.pdf
Lugar: Centro Cultural Pontificia Universidad Católica del Perú
Dir: Av. Camino Real 1075 San Isidro

Sin límites (2011) de Neil Burger


Eddie Morra (Bradley Cooper) es un perdedor en Nueva York. Su chica (Abbiy Cornish), a quien acaban de ascender, lo deja. Cuando nada parecía cambiar su destino, aparece el misterioso hermano (Johnny Witworth) de una ex - novia , quien lo compele a tomar una nueva droga que lo sacará del atolladero. Así empieza este relato hecho de complicaciones psicológicas, acción y suspenso, empeñado en representar una fantasía colectiva: la droga tiene la capacidad de llevar la actividad cerebral de Eddie a su máxima potencia, convirtiendo a la realidad en un mundo maravilloso en el cual vivir.

Neil Burger (El ilusionista, 2006) sabe darle al juego de artificios y apariencias un trasfondo moral y filosófico: sus héroes no dejan de tener un lado inescrupuloso, problema casi menor frente a  un entorno tan agresivo y competitivo como el nuestro. Lo interesante de Sin límites no solo recae en el virtuosismo para expresar las mutaciones de las sensibilidad de su personaje, o su capacidad demiúrgica; sino, también, en su delirante economía narrativa -que prescinde de explicaciones innecesarias frente a la trama fantástica-, y en su forma nada subrayada de apuntar las licencias morales de una época cada vez más cínica. En la historia de Eddie se cuelan, no sin cierta crueldad, los anhelos secretos del éxito a cualquier precio, o un nuevo pacto social donde el pragmatismo no conoce escrúpulos -porque la única vida que vale la pena es la del poder y el dinero- y eclipsa cualquier ideal romántico. (Versión modificada del texto publicado en Somos 02/07/2011)